jueves, 29 de septiembre de 2016

La escritura: La copia al dictado

Una de nuestras preocupaciones y ocupaciones docentes es enseñar a escribir a los chicos.  Por lo cual planificamos situaciones didácticas, previstas/variadas/significativas para llevar a cabo con ellos, ya de manera individual ya de manera grupal ya de manera colectiva.  La manera es una cuestión no menor para considerar. La escritura colectiva resta inhibición, permite el intercambio oral entre pares y entre los chicos y el docente; la grupal pone en juego condiciones más acotadas, en las que las intervenciones individuales adquieren un peso mayor; la exposición es evidente pero necesaria; no siempre podemos trabajar todos juntos. Y trabajar individualmente es la forma de lograr la autonomía de cada alumno que es, en definitiva, lo que buscamos nosotros y lo que necesitan los niños para la escuela, para la vida, para el mundo. 


 (Imagen extraída de www.navarra.com)

 El dictado al maestro tiene una ventaja inmejorable para enseñar a escribir porque es el docente quien toma decisiones insoslayables:
  • cuáles y cuántas letras deben usarse;
  • en qué orden;
  • qué puntuación es la más conveniente y dónde colocarla.

¿Qué tarea le corresponde a los chicos? La de pensar y resolver
  • qué decir,
  • cómo decirlo para que sea claro y preciso;
  • por qué evitar a veces reiteraciones
  • para qué usar sinónimos, paráfrasis o unos términos y no otros.

De todas formas, es una oportunidad  que brinda muchas posibilidades de trabajo didáctico con el sistema de escritura. El docente puede, mientras escribe ( aunque sin excederse para no perder el foco) preguntar algunas cuestiones de gramática para ir dando cuenta de la complejidad de la escritura-que no es mera transcripción de la oralidad-
  • hacer reflexionar sobre determinadas grafías;
  • pedir  fundamentar por qué algunas y no otras;
  • ayudar a tomar decisiones sobre las pausas más convenientes para realizar ya que ellas ayudan a la comprensión del texto;
  • plantear definir qué signos de puntuación dan cuenta de las entonaciones que señalan intenciones, por ejemplo, interrogativas o exclamativas.

Y otra vez, estará presente la lectura. Leer para escuchar cómo avanza el texto, cómo puede ser entendido por quien no lo escribió ni lo dictó, para  controlar la coherencia y la cohesión. O sea escribir con la mano del docente, leer y releer para controlar el escrito y su comprensión/interpretación.


Desarrollar este trabajo didáctico desde Ciencias Sociales (y las demás áreas) favorece la alfabetización al aportar situaciones significativas para el aprendizaje no solo del sistema de escritura y de la lectura, sino también de los contenidos propios del conocimiento de la realidad social.

Bibliografía para consultar sobre escritura: 
Lengua 1. Propuesta Nº 5 pp. 18 a 27


Entradas con posibles relaciones:

La escritura: La copia significativa
Alfabetización y escritura a mano
Nuevas normas ortográficas

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