martes, 28 de junio de 2016

El sainete criollo. El grotesco

El sainete criollo nace del sainete  español y de algunas formas del circo. Es un tipo de obra popular, con humor y tono liviano. Su acción transcurre en los conventillos. Sus personajes son bastante estereotipados; aparecen policías, compadritos, las percantas (mujeres amantes y entonces, marginales), los guapos. Las partes cantadas del original español fueron desapareciendo hasta solo tener, en algunos casos, baile y canto en el final. La temática tenía que ver con los personajes; podía ser social-problemas económicos, por ejemplo- o personal, de amor, sobre estados de ánimo por la experiencia vital. El lenguaje es variado, da cuenta de los inmigrantes, de sus hijos y de la mezcla entre la lengua de origen y la del país de acogida, con modismos, confusiones y tergiversaciones. Es uno de los medios para lograr el humor. Autores para mencionar: Alberto Vacarezza (El conventillo de la Paloma), Florencio Sánchez, Gregorio de Laferrère, entre otros. Recordamos un fragmento de la obra de Vacarezza, de su versión en el Teatro Nacional Cervantes, año 2013:



De su transformación nace el grotesco criollo con un autor que lo genera y lo lleva al esplendor, Armando Discépolo. La acción también transcurre en los conventillos pero no ya en sus patios o en la calle sino en los interiores  de los que se muestra su oscuridad-sin puertas abiertas, muestran los problemas y conflictos de la convivencia hacinada- , su hibridez-cuartos que son a la vez  cocinas y tendederos de ropa con camas/catres-, su decadencia-humedad, descascaramiento de pintura, falta de mobiliario-. Su final es trágico, con una muerte física/real o simbólica. La angustia, la pobreza, la imposibilidad de cumplir proyectos, la incomprensión generacional, los valores/ disvalores,  son algunos de sus temas en relación a los inmigrantes, en general.

Osvaldo Terranova en Mateo, Armando Discépolo


                                         
Sobre Stéfano de Armando Discépolo

De este teatro se genera con Roberto Tito  Cossa, el nuevo grotesco, autor de La nona-hecha también película- y Gris de ausencia. En ellas, no es el contexto el que derrota al hombre como sucede en el grotesco sino él mismo o un familiar/ la familia. El problema no es la injusticia social o la falta de oportunidades o el gobierno/desgobierno. El problema es el sujeto y sus metas equívocas, desbordadas, desatinadas. Recordamos una versión  de esta última:

Les dejamos los enlaces a otras entradas nuestras referidas también al teatro:
Hambre de cultura

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