miércoles, 22 de junio de 2016

Teatros: telones






El telón-¿aumentativo de tela?- se llama de boca cuando cierra la embocadura a la altura del proscenio (parte del escenario más cercana al público). Se mantiene cerrado antes del inicio de la representación y entre los actos. Su cierre indica también  el final de la obra.
En algunos, la luz lo reemplaza y cumple su función, apagándose o no, según corresponda.

En el teatro moderno se encuentra, justo detrás de él, el  cortafuegos, telón metálico o de seguridad.

También existe el telón de fondo, siempre bajo. Puede ser decorativo, en función del espectáculo, para proyectar imágenes como “en vivo” o directamente en vivo, cuando se muestra  una escena distinta de la que se desarrolla a la vista de todos.

      














El telón puede deslizarse en forma horizontal-es el griego, americano o italiano según variantes-.
                   



Hay otros, en los teatros más tradicionales-alemán o francés, por diferencias en el sistema de deslizamiento- cierra y abre de manera vertical.

                                                         



Otros telones son de cielo y  de bambalinas que suelen integrarse con la escenografía y facilitan la ambientación de la historia.
De todas formas, hoy la teatralidad de los espectáculos hace que se juegue mucho con él, de diversas formas con sentidos varios, propios de cada obra.

                                        


A veces, son parte del relato. El utilizado en La tempestad, de William Shakespeare, versión actuada por Alfredo Alcón, en el teatro General San Martín de CABA, era también con su color plateado y los efectos de las luces, ¡el mar!

Los telones colgantes para diferentes efectos en la historia suelen ser muy utilizados en los espectáculos musicales.

Y como siempre, hasta la próxima entrada o el próximo comentario de ustedes que será bienvenido.

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