jueves, 5 de octubre de 2017

La lectura en primera persona

La lectura, los relatos,la escucha, el poder de las palabras…otra vez entre nosotros, y en esta, en primera persona, para ser más contundente. Diego Lebro en Los retos del maestro con la promoción de la lectura, nos cuenta de su experiencia lectora y nos atrapa. Un fragmento como ejemplo:

Recuerdo que empecé a leer para buscar aquello que mi abuela me mostró más allá de las palabras y que aún hoy desconozco; empecé a leer para llenar el silencio; empecé leer para vencer el miedo en las noches cuando extrañaba a mi madre; empecé a leer para hallar las respuestas que mi padre nunca me dio; empecé a leer para entender lo que le pasaba a mi cuerpo; empecé a leer para agarrar las palabras precisas y dejar aflorar mis sentimientos; empecé a leer para volar, aun cuando no tenía alas; empecé a leer para acompañar las tristezas; empecé a leer para juguetear con las alegrías; empecé a leer para comprender la absurda guerra de mi patria; empecé a leer para salirme de lo práctico y útil y así aventurarme en lo desconocido. Cuando llegaron los años de pensar en ser alguien –porque según la profe Melva hasta ese momento no era nadie– decidí seguir leyendo para hacerme maestro, maestro promotor de lectura.



Fuente: Fundación Cuatrogatos

Creemos que sus ocho perspectivas para mirar al maestro, en relación a lectura, valen la pena de ser leídas, releídas y, por qué no consideradas. Les citamos una-aunque nos resulte difícil elegir-:

“2. Maestro María: palabrero (María es el nombre de mi abuela)
El maestro antes de ser maestro debe ser un palabrero. Debe haberse dejado tocar por las palabras, haberlas agarrado por el cogote para exprimirlas, para saborearlas, moldearlas, esculpirlas y, si un día, se requiere, hasta desecharlas (Octavio Paz). Debe haber bebido de las fuentes, de lo que heredamos de los pueblos y de lo que nos regalaron y nos siguen regalando los grandes palabreros –los escritores. Además, debe saber prestar su voz para que cada palabra tenga el sabor, el color y la armonía necesaria, para que como humo invadan los cuerpos de sus lectores.”

Tal vez, solo tal vez, colocaríamos la número 1 al final; de todas formas, las 10 perspectivas son para hacernos pensar en nosotros como lectores, y como “relatores/narradores”, fundamentalmente, en el aula pero…Hay que recordar que este texto de Lebro nace de su experiencia al calor de su abuela cuando era un niño.

Les dejamos el enlace al artículo completo, aparecido en Fundación CuatrogatosLos retos del maestro con la promoción de la lectura

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