martes, 22 de agosto de 2017

La Literatura, según Ricardo Mariño

La Literatura otra vez entre nosotros. Es un contenido insoslayable de la escuela en todo su transcurso; la cuestión siempre pasa por lo mismo:¿cómo la abordamos? Al hacerlo de determinada manera-la nuestra, la que creemos mejor- ¿es la que más se acerca a su esencia, la que la respeta y busca que seduzca sin más que su historia y su relato? Incertidumbres, dudas que de todas formas nos llevan por buen camino: la pensamos, nos cuestionamos, la abordamos.

Nos pareció pertinente traerles para visitar/ revisitar una entrevista hecha a Ricardo Mariño-autor que todos conocen, hasta personalmente, de algún  encuentro al que fuera convocado por las escuelas-.

                                                (Fuente Eterna Cadencia)

 En ella, las preguntas de  Valeria Tentoni lo hacen explayarse sobre conceptos en relación a la literatura que tal vez nos refuercen en nuestras ideas y estrategias para acercarla a los chicos, a nuestros alumnos. Antes de leer la entrevista completa publicada en Eterna Cadencia, les citamos algunos fragmentos:

“Actualmente, me parece a mí, esa misma idea de meter los libros para planes educativos o de reforma del niño, hizo que se pasara a trabajar temas como el de la diversidad o cualquier cosa que sirva para “abordar” temas en la clase. Es decir: persiste la idea de la literatura como un instrumento para otra cosa. En cierta forma es la misma línea moralizante”-la de otras épocas; ver el texto original completo-. “Lo cual no hace que yo diga que la literatura infantil no tiene que abordar ningún tema o tenga que esquivar los temas ríspidos: al contrario. Pero a veces se nota que está primero ese  afán de contenido y que el resultado es literariamente pobre, con lo cual se desmorona todo.
O sea que una premisa debería ser…leer por leer literatura, sin más-nada menos que eso-

…”creo que es lo que más me gusta de escribir, ese tipo de historias que me obligan a documentarme. Ahora estoy corrigiendo una novela que está ambientada en el siglo XVIII en las Antillas, una historia de piratas. Estuve un año entero estudiando cosas, desde los factores económicos del momento, las guerras entre potencias de la época, las rutas de la trata de esclavos, detalles técnicos de los barcos, reglamentos de la vida pirata, y esas cosas. A lo mejor a los lectores no les importa en lo más mínimo que esos detalles estén bien documentados,  pero a mí sí me importa que el dinero, los muebles o el modo de actuar sean los de la época. Me gusta mucho esa cosa del tecnicismo de época. Y también te sirve para escribir, porque leyendo aparecen cosas increíbles que no te hubieses imaginado de otro modo. Es muy lindo estar escribiendo y necesitar leer.
Entonces, escribir te lleva a leer y leer te sirve para escribir…Casi nada, casi todo.

…”lo cierto es que la literatura infantil circula mucho en la escuela. María Elena Walsh decía que pensaba en sus libros para el recreo, no para el aula, y sí, yo también lo deseo.”
¿El aula no puede estar planteada como un recreo donde se hace para sentirse bien? ¿Por qué leer, escribir, saber no pueden ser planteados de manera tal que los disfrutemos aun como contenidos obligatorios de la escolaridad? 

Les dejamos el enlace a artículo completo: Me parece que hay poco riesgo en la literatura infantil


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