La
Literatura otra vez; y también la poesía, como contenidos ineludibles de la
currícula de Primaria. Y otra vez las controversias que se generan en la
escuela, fuera de ella, en nosotros…¿Qué
hacemos con literatura?¿Qué hacemos con la poesía? ¿Qué leemos con los alumnos/para
ellos/por ellos?
Nos parecen importantes estas cuestiones y los
interrogantes que nos interpelan más de lo que quisiéramos. Tenemos claro que
debemos leer literatura, todo tipo de textos, poesía incluida. A la hora de
elegir, sin embargo, nos problematizamos por el tema, la edad de los chicos, el
lenguaje, la extensión. Tal vez sería oportuno traernos a la memoria las palabras
de Graciela Cabal cuando da cuenta de sus primeros encuentros con las lecturas y relata que “¿Qué me quedó de esas
lecturas?(Las de la niñez, las que ella escuchaba) Muchísimas cosas. Entre ellas la sensación de que mi abuelo me quería
tanto como para compartir conmigo esos juguetes maravillosos que eran sus libros.
Y el firme propósito de que yo, cuando fuera grande y supiera hacer hablar a
los libros, buscaría esos mismos, que tan feliz lo hacían a mi abuelo. (Y fue
lo que hice).”
O sea, elegir para compartir y satisfacernos-a ellos,
los chicos- y a nosotros…Una lectura en la que ambos quedemos atrapados, que no
sea una obligación, que no sea un contenido más para dar. Los chicos podrán
embarcarse en la lectura a través de nosotros, de nuestro placer por un autor, por una temática, por la
sonoridad del lenguaje, por el juego de las palabras, porque nos tomamos el
tiempo de hallar esos textos que nos movilizarán juntos, por distintas razones.
Para
continuar con la misma cuestión, acudimos ahora a Laura Devetach
La Revista Ñ le hizo una entrevista y en ella, Laura nos cuenta: “Mucha gente leyó libros insólitos a los 9
años. En mi casa tenía libertad total. En la biblioteca de mis padres había
novelas sentimentales, policiales, y yo leía lo que se me daba la gana. Si me
aburría dejaba el libro y buscaba otro. Uno va haciendo su camino, por eso soy
enemiga de los manuales, la biblioteca escolar es mucho más rica.”
Por eso,
la variedad de textos y la cantidad van de la mano; sin conocimiento de textos diversos,
¿cómo saber cuál es EL LIBRO, LA LECTURA que nos gusta?
Y seguirá
diciendo la autora: (La poesía)”Es una
forma expresiva ideal para los chicos. Está casi a la altura del juego. Antes
los docentes la rechazaban porque no sabían qué hacer con ella. Pero ahora, a
través de la promoción de la lectura, ya ha entrado y gusta. Los chicos antes
no querían leerlas y ahora sí. La leen como pueden y generalmente anda bien.
Ese era el tema: ¿qué hacemos con la poesía? Pero los docentes leen poesía para
chicos; deberían leer todo tipo de poesía.”
Leer todo
tipo de literatura, todo tipo de poesía esa es la idea con la cual armar un
camino lector, el nuestro y el de los alumnos.
Terminamos
con una última cita de la entrevista: “¿Qué tipo de actividad sugerís para la lectura de
poesía? Leer, sencillamente. Es tal
el lío que se hace alrededor de la lectura que se olvidan de que lo que hay que
hacer es leer. Entonces surgen diálogos…”
Y
cerramos con la idea fundamental sobre la que siempre trabajamos-dentro de la
literatura y fuera de ella-: “…lo que hay
que hacer es leer.” Solo eso. Y es tanto.
Les
dejamos el link de la entrevista para su lectura completa en la que Laura
Devetach recordará la época cuando fue censurada por La torre de cubos, las razones que se esgrimieron para ello, la
reedición de su Para que sepan de mí :