El consumo atraviesa nuestra cultura; es uno de los componentes centrales de nuestra civilización. El desarrollo de la tecnología ha incidido tanto en los modelos de producción y comercialización de bienes como en los hábitos de consumo y de vida de la población. Pensemos, por ejemplo, en el celular o la computadora como bienes de consumo que forman parte de la vida cotidiana de una gran mayoría de la población mundial en la actualidad.
El riesgo de que la ciudadanía sea avasallada por el consumo que promueve el mercado, generó en muchas sociedades la necesidad de educar al ciudadano-consumidor. En este contexto, la alfabetización tecnológica cumple un papel central. Se torna imprescindible analizar las formas de consumo, desnaturalizar los hábitos de consumo y de las formas culturales nuevas que han ido generando, entre otras cuestiones.
En este sentido, hoy les acercamos dos videos. Uno de ellos se refiere a la obsolescencia programada de los productos tecnológicos que utilizamos a diario. El otro, Repair Café, muestra el trabajo de grupos que reparan aparatos para evitar la proliferación de basura tecnológica. En relación al último video, incluimos un artículo de El País acerca del reciclaje, El primer centro comercial de productos reciclados.
Se nos ocurre una serie de preguntas para reflexionar sobre este tema: ¿cómo afecta la obsolescencia programada nuestra vida?; ¿cómo incidiría en la economía y en el trabajo la ausencia de obsolescencia programada?;¿qué papel juegan los repair cafés en el proceso productivo, y en el cultural?
Nos encantaría leer las preguntas que ustedes propongan. Hasta la próxima publicación.
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