Aunque creemos que ese tipo de textos son cotidianos para los chicos, tal vez debamos aceptar que no es tan así o, al menos, no en la cantidad y variedad que es esperable y deseable. Por esa razón, proponemos acercárselos en la escuela, en los dos ciclos, para que los conozcan o reconozcan, los valoren como parte de la historia personal de cada uno, su historia, la emotiva que lo une a experiencias, sensaciones, sentimientos vividos y provocados por los sucesos vitales.
Hemos comentado en La poesía y nosotros I: los romances, que, esta forma poética, en general se transmitió a través de la tradición oral. Por eso, algunos se difundieron de una generación a otra como canciones populares, muchas orientadas a los niños. Esto explica que de un mismo poema haya variadas versiones. El siguiente romance es uno de los tantos que conforman el cancionero español.
Romance El señor don Gato, anónimo
Estaba el señor Don Gato
sentadito en su tejado
marramiau, miau, miau,
sentadito en su tejado.
Ha recibido una carta
por si quiere ser casado,
marramiau, miau, miau, miau,
por si quiere ser casado.
Con una gatita blanca
sobrina de un gato pardo,
marramiau, miau, miau, miau,
sobrina de un gato pardo.
El gato por ir a verla
se ha caído del tejado,
marramiau, miau, miau, miau,
se ha caído del tejado.
Se ha roto seis costillas
el espinazo y el rabo,
marramiau, miau, miau, miau,
el espinazo y el rabo.
Ya lo llevan a enterrar
por la calle del pescado,
marramiau, miau, miau, miau,
por la calle del pescado.
Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado,
marramiau, miau, miau, miau,
el gato ha resucitado.
Por eso dice la gente
siete vidas tiene un gato,
marramiau, miau, miau, miau,
siete vidas tiene un gato.
Acompañamos con esta versión cantada pero sin música.
Acompañamos con esta versión cantada pero sin música.
Y también proponemos esta versión interpretada por Rosa León
¿Alguien les recitó o cantó este romance? ¿Qué sentían al escucharlo? ¿Recuerdan algún otro romance recitado habitualmente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario