En la entrada del 08 del mes pasado-La poesía y nosotros II- nos referimos ya al soneto. Una estructura externa rígida que requiere habilidad y talento para resolverla con acuerdo también a la interna o su contenido/tema. Lope de Vega nos muestra con este texto su capacidad y calidad literarias y juega con esa rigidez y la dificultad ante la que se encuentran los poetas para sortearla. ¿Lo leemos?
Soneto de repente, Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635)
Un soneto me manda hacer Violante;
en mi vida me he visto en tal aprieto,
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y aún parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
que estoy los trece versos acabando:
contad si son catorce, y está hecho.
¿Por qué les parece que el poeta/yo lírico se declara, como dice,” en aprietos”?
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