Una de nuestras preocupaciones y ocupaciones docentes es
enseñar a escribir a los chicos. Por lo
cual planificamos situaciones didácticas, previstas/variadas/significativas
para llevar a cabo con ellos, ya de manera individual ya de manera grupal ya de
manera colectiva. La manera es una cuestión
no menor para considerar. La escritura colectiva resta inhibición, permite el
intercambio oral entre pares y entre los chicos y el docente; la grupal pone en
juego condiciones más acotadas, en las que las intervenciones individuales
adquieren un peso mayor; la exposición es evidente pero necesaria; no siempre
podemos trabajar todos juntos. Y trabajar individualmente es la forma de lograr
la autonomía de cada alumno que es, en definitiva, lo que buscamos nosotros y
lo que necesitan los niños para la escuela, para la vida, para el mundo.
(Imagen extraída de www.navarra.com)
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- cuáles y cuántas letras deben usarse;
- en qué orden;
- qué puntuación es la más conveniente y dónde colocarla.
¿Qué tarea le corresponde a los chicos? La de pensar y
resolver
- qué decir,
- cómo decirlo para que sea claro y preciso;
- por qué evitar a veces reiteraciones
- para qué usar sinónimos, paráfrasis o unos términos y no otros.
De todas formas, es una oportunidad que brinda muchas posibilidades de trabajo
didáctico con el sistema de escritura. El docente puede, mientras escribe (
aunque sin excederse para no perder el foco) preguntar algunas
cuestiones de gramática para ir dando cuenta de la complejidad de la
escritura-que no es mera transcripción de la oralidad-
- hacer reflexionar sobre determinadas grafías;
- pedir fundamentar por qué algunas y no otras;
- ayudar a tomar decisiones sobre las pausas más convenientes para realizar ya que ellas ayudan a la comprensión del texto;
- plantear definir qué signos de puntuación dan cuenta de las entonaciones que señalan intenciones, por ejemplo, interrogativas o exclamativas.
Y otra vez, estará presente la lectura. Leer para escuchar
cómo avanza el texto, cómo puede ser entendido por quien no lo escribió ni lo
dictó, para controlar la coherencia y la
cohesión. O sea escribir con la mano del docente, leer y releer para controlar
el escrito y su comprensión/interpretación.
Desarrollar este trabajo didáctico desde Ciencias Sociales (y las demás áreas) favorece la alfabetización al aportar situaciones significativas para el aprendizaje no solo del sistema de escritura y de la lectura, sino también de los contenidos propios del conocimiento de la realidad social.
Bibliografía para consultar sobre escritura:
Lengua 1. Propuesta Nº 5 pp. 18 a 27
Desarrollar este trabajo didáctico desde Ciencias Sociales (y las demás áreas) favorece la alfabetización al aportar situaciones significativas para el aprendizaje no solo del sistema de escritura y de la lectura, sino también de los contenidos propios del conocimiento de la realidad social.
Bibliografía para consultar sobre escritura:
Lengua 1. Propuesta Nº 5 pp. 18 a 27
Alfabetización y escritura a mano
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